Startups in Spain
La tecnología nunca deja de sorprendernos. Hoy en día podemos trabajar desde nuestros hogares, chatear con personas desde nuestros hogares, jugar juegos o divertirnos en sitios web como https://us-apuestas-deportivas.pro/ desde la comodidad de nuestra habitación. Pero hay mucho más en la tecnología. En los últimos años, la sociedad española ha vivido grandes avances tecnológicos que asimila con rapidez y utiliza con normalidad al cabo de poco tiempo. Muchos de estos avances tienen su origen en startups o iniciativas empresariales de nuestro país que muchas veces son desconocidas para el gran público.
Una de las más famosas en Menéame. Una página web y red social donde los usuarios envían vínculos sobre noticias que consideran interesantes para ser compartidas con otros usuarios, que a su vez votan los enlaces de otros usuarios. Creando así una clasificación.
Sus comienzos fueron fruto de la iniciativa personal de Ricardo Galli y Benjamí Villoslada. Unos desconocidos para el gran público que desarrollaron un software sin partir de programas anteriores y utilizando herramientas básicas como PHP, MySQL y AJAX. Así, en diciembre de 2015 este programa se distribuyó como software libre. Al principio el funcionamiento tenía algunos fallos, pero la semilla había sido plantada y las mejoras no se hicieron esperar. Un sistema de amigos, filtros por metacategorías, la capacidad de enviar enlaces y un diseño más moderno la convirtieron en una compañía que facturó en torno a 100 000 euros en el año 2015.
En Privalia podemos encontrar otro ejemplo de cómo dos emprendedores que se conocieron por casualidad consiguieron crear un negocio de gran volumen. José Manuel Villanueva y Lucas Carné lanzaron una página web de comercio electrónico en el lejano 2006 con sus propios ahorros. El escaso volumen del comercio electrónico en España y el reciente pinchazo de la burbuja de Internet jugaban en su contra. Solo cuando las ventas de sus seis primeros meses de actividad rozaron los 400 000 euros pudieron convencer a los inversores privados de que valía la pena confiar en ellos.
El apoyo del gobierno español puede considerarse desde varios frentes. Por un lado existe la conocida reducción en la cuota de la seguridad social durante los seis primeros meses para los nuevos autónomos, la posibilidad de utilizar la prestación por desempleo para pagar las cuotas de la seguridad social o el pago único. Pero mucho más importantes son los mecanismos destinados a facilitar la viabilidad de grandes proyectos.
Estos mecanismos están representados mediante agencias, iniciativas o centros especializados. Entre ellos podemos destacar ENISA (Empresa de Innovación, SME, SA), CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) y FOND-ICO Global.
ENISA fue una de las pioneras junto con CDTI, comenzó su actividad en el año 1982 y su principal función es ayudar a las compañías a conseguir financiación utilizando la emisión de préstamos participativos. Una de sus principales ventajas es que no pide garantías al emprendedor, pero él o su empresa deben aportar una cantidad entre el 25 % y el 50 % de la suma total solicitada.
El CDTI también ayuda a las empresas con la financiación, pero está más enfocado en los proyectos relacionados con la innovación en el ámbito de la tecnología. Una de sus peculiaridades es que sus ayudas también están dirigidas a empresas ya establecidas que necesitan una aportación extra para darse a conocer en los grandes mercados.
FOND-ICO Global es el más reciente, pero también el que parece gozar de mayor aceptación. Es algo tan sencillo como un «fondo de fondos» público de capital riesgo y su dotación es de 1200 millones de euros. El objetivo es promover la creación de fondos de capital riesgo gestionados por entidades privadas con presencia en España y destinados a invertir en empresas españolas. Uno de sus aspectos es que la inversión en empresas españolas se produce en cualquiera de sus etapas de desarrollo.